Jueves 4 de abril de 2024
P: Cuando Pedro negó al Señor y maldijo, ¿fue salvo? Él ya había declarado a Jesús como el Mesías, así que debo asumir que fue salvo. ¿Tenía el Espíritu Santo? Después de la resurrección, él fue fuerte en su fe aún hasta la muerte. ¿Qué hizo que él fuera más fuerte que antes?
R: Algunos eruditos dicen que cuando caemos lo más probable es que sea en el área de nuestra fuerza en vez de nuestra debilidad. Eso ciertamente fue el caso de Pedro. Varias veces él hizo valientes declaraciones sobre su fidelidad. Él alardeó que aún si todos abandonaban al Señor él nunca lo haría (Mateo 26:33), y él se mantuvo firme con una espada en la mano en contra de todo un contingente de soldados que fueron enviados a arrestar a Jesús (Juan 18:10).
Pero en un momento crítico él fue confrontado por una indefensa muchacha y negó siquiera conocer a Jesús. Debido a su inmediato remordimiento (Mateo 26:75) yo no creo que él perdiera alguna vez su fe. Él pasó por una crisis de valentía la cual resquebrajó su orgullo.
Igual a los demás discípulos, Pedro recibió primeramente el Espíritu Santo en la tarde del día de la resurrección del Señor (Juan 20:21-23) y después de eso él fue una persona totalmente diferente, aún en su forma de hablar. Ya no era el pescador rudo y orgulloso, sino que se convirtió en un predicador elocuente del evangelio. Pedro es el ejemplo principal de la capacidad del Espíritu Santo de obrar maravillas en la vida de una persona creyente dispuesta.