Miércoles, 21 de septiembre de 2016
Un estudio bíblico por Jack Kelley
El Libro de Hechos también se conoce como el Libro de los Hechos de los Apóstoles porque es un registro de sus experiencias al edificar la primera Iglesia. Siendo ese el caso, el Libro de Judas podría llamarse los Hechos de los Apóstatas porque está dirigido a advertirle a la Iglesia sobre los falsos maestros que llegarían a deshacerla.
He subtitulado esta serie “Entrada a Apocalipsis” no solamente porque la carta de Judas está justo antes de Apocalipsis, sino también porque la misma falsa enseñanza de la que Judas les advirtió a los creyentes al inicio de la Era de la Iglesia ha estado invadiendo la Iglesia de nuestros días también. Pablo dijo que una gran apostasía sucedería en el tiempo antes de que el anticristo fuera revelado (2 Tesalonicenses 2:3). Puesto que nosotros estamos siendo testigos en el presente de esta apostasía, debemos repasar la carta de Judas que tiene un solo capítulo, la cual está dirigida a la Iglesia para ver qué es lo que les dice a los creyentes de los últimos días, también. Entonces, empecemos.
“Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los que son amados por Dios el Padre, guardados por Jesucristo y llamados a la salvación: Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia” (Judas 1-2).
El autor se identifica a sí mismo como un siervo de Jesús y hermano de Jacobo, quien era la cabeza de la Iglesia en Jerusalén en los años entre Pentecostés y su martirio en el año 62 d.C. Puesto que Jacobo era un medio hermano de Jesús, Judas también sería medio hermano del Señor. Ni Jacobo ni Judas fueron creyentes sino hasta después de la resurrección (Juan 7:5).
Judas claramente le estaba escribiendo a la Iglesia. La palabra griega traducida “llamados” en el versículo uno, significa santificados (apartados) y viene de la palabra para santo. La afirmación de que somos amados por Dios y guardados por Jesucristo combina Juan 3:16 (Porque de tal manera amó Dios al mundo) y Juan 6:39 (Y esta es la voluntad del Padre, que no pierda yo nada de los que me ha dado) y confirma otros pasajes que dicen que una vez que somos salvos, el Señor toma la responsabilidad de mantenernos así (2 Corintios 1:21-22).
“Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, y ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos. El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han sido señalados para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor” (Judas 3-4).
Judas quería escribir sobre cosas más elevadas, pero en el año 65 d.C. cuando esta carta fue escrita, ya la Iglesia estaba siendo invadida por falsos maestros, así que en vez de eso, sintió la necesidad de advertirnos sobre los mismos. Esto es algo que continúa en nuestros días, y como lo es ahora, estos maestros estaban diciendo que el pecado no importa, que Jesús no fue realmente Dios en la carne, y que Él no es el único camino a la salvación. En aquel entonces a eso se le llamaba el error gnóstico, y una de sus enseñanzas sostenía que todo Espíritu es puro y toda la materia es malvada, por eso lo que hacemos en la carne es irrelevante a nuestra vida espiritual.
Esta misma enseñanza sostenía que Dios, siendo espíritu, es puro y nunca ha habitado en un cuerpo físico, y por eso Jesús no podía haber sido divino. Decían que el Espíritu de Dios vino a estar con Él por un tiempo pero se apartó antes de Su crucifixión abandonándolo para que muriera solo. Las personas seguidoras del gnosticismo creen que la salvación no puede obtenerse por medio de la muerte de un hombre, sino por la adquisición del conocimiento secreto. (La palabra griega para gnosis significa conocimiento.) Las religiones de la Nueva Era son ejemplos modernos que se basan en esta clase de pensamiento.
La Biblia elabora un poderoso caso de Jesús siendo Dios en forma humana, y sin embargo, hay muchas personas “cristianas solo de nombre” que niegan eso. Y por supuesto, ninguna de las otras religiones del mundo acepta la divinidad de Jesús. Además, la doctrina del todo-incluido de la teología liberal cristiana enseña que Jesús no es el único camino a la salvación. Las diferentes filosofías religiosas tienen sus propias creencias y mientras la gente sea sincera en practicar las creencias de su religión preferida, pueden encontrar el camino a Dios. Dicen que es una arrogancia de los cristianos insistir en que la suya es la única manera de llegar a Dios, a pesar de que Jesús hizo esa misma afirmación (Juan 14:6).
“Aunque ustedes ya saben muy bien todo esto, quiero recordarles que el Señor, después de liberar de la tierra de Egipto a su pueblo, destruyó a los que no creían. Y a los ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día. Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego eterno, por haber practicado, como aquéllos, inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza” (Judas 5-7)
Estos falsos maestros pueden creer que son muy inteligentes, comportándose de la forma como lo hacen. Por la manera como ellos distorsionan las Escrituras y enfatizan sus títulos avanzados mostrando su actitud de superioridad, están actuando como si fueran las únicas personas que realmente entienden. Pero debemos recordar lo que les sucedió a aquellas personas que se creyeron más listas que Dios en el pasado. Pablo dijo, “profesando ser sabios, se hicieron necios” (Romanos 1:22) y nos recuerda que Dios ha prometido que la sabiduría de los sabios perecerá y la inteligencia de los entendidos se desvanecerá. Él estaba citando Isaías 29:14 en donde Dios hizo que Isaías emitiera la misma queja en contra de los líderes religiosos de su tiempo. No habiendo aprendido nada de la historia, estas personas que se creen tan inteligentes se encontrarán repitiendo los mismos errores, cosechando para ellas las mismas consecuencias.
Aun los ángeles tenían que aprender eso. Cuando algunos de ellos creyeron que se podían rebelar e iniciar un nuevo orden, tomaron, sin permiso, la forma humana, escogieron mujeres humanas como esposas y produjeron una raza híbrida de súper humanos (Génesis 6:4). No pasó mucho tiempo para que el banco genético humano estuviera casi totalmente corrompido. Pero Dios produjo el diluvio universal y los destruyó a todos, preservando únicamente a Noé y su familia para empezar de nuevo. Aquellos seres que iniciaron la rebelión antes del diluvio han estado encadenados en prisiones de oscuridad por más de 4.000 años, esperando su juicio. Pedro también tenía esto en mente cuando escribió,
“Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio” (2 Pedro 2:4).
Más tarde, Satanás intentó hacer el mismo truco de nuevo, infestando la tierra que Dios le prometió a Su pueblo con gigantes para ahuyentar a los israelitas (Números 12:30-33). Eso funcionó por un tiempo, pero Dios le dio a Su pueblo la fuerza sobrenatural y el coraje para expulsarlos de ahí.
Algunas personas están convencidas que Satanás intentará hacer eso una vez más, conforme se acerca el final de la era. Ellas dicen que seres como los nefilin de Génesis 6 están volviendo como extraterrestres para ayudar a Satanás a expulsar a Dios del planeta para siempre. Yo no tengo evidencia de primera mano para aprobar o desaprobar esta teoría. Pero esto sí sé. La Biblia dice que eso ya ha sucedido antes, y existen pistas de que pueda suceder de nuevo. (Para un estudio completo sobre esto, lea el artículo sobre “Los nefilin” https://gracethrufaith.com/es/publicaciones-populares-del-pasado/los-nefilin-2/#more-43527)
¿Y quién podrá negar los esfuerzos actuales para reconstruir Sodoma y Gomorra entre nosotros? Utilizando la ley de la tierra para obligar a aceptar el comportamiento desviado de la gente hacen que los gobiernos se enfrenten directamente en contra de la Palabra de Dios, lo cual produce la misma respuesta que le sigue a cada intento de este tipo. El juicio.
“De la misma manera estos individuos, llevados por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales. Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te reprenda!» Éstos, en cambio, maldicen todo lo que no entienden; y como animales irracionales, lo que entienden por instinto es precisamente lo que los corrompe” (Judas 8-10).
Algunos gnósticos de antaño creían que el cuerpo se encontraba más allá de la redención. Por consiguiente se sentían cómodos satisfaciendo sus excesos en toda forma de perversidades. Y si ustedes piensan que este tipo de cosas solamente sucedieron hace mucho tiempo atrás, solamente miren los programas de televisión en horas pico. Hace solamente una sola generación este comportamiento habría sido escandaloso, y ni siquiera adecuado para discutirlo públicamente. Pero ahora es celebrado abiertamente, y aun admirado por muchas personas.
En este pasaje llegamos cada vez más cerca, que en cualquier otro lugar en la Biblia, para comprender por qué Dios permite que Satanás esté ante Su presencia. Satanás es un dignatario, un ser celestial en la cúspide del orden creado. Aun Miguel el Arcángel, quien también ocupa una posición de alto rango en la jerarquía angelical, no puede dirigirse a él de manera irrespetuosa. A pesar de todo el daño que Satanás le ha producido a la creación, lo menos por ahora es que a él se le conceda la cortesía debido a su posición.
Pero los falsos maestros de ayer y de hoy se sienten con libertad para difamar a otras personas, incluyendo a Dios, a Quien no comprenden. Aun ellos se rebelan en contra de las cosas que por instinto saben que son ciertas, suprimiendo las verdades bíblicas acerca de cosas de cómo es que nuestro mundo llegó a existir, cuándo empezó la vida humana, y si lo que ellos llaman “estilo de vida alternativo” es pecado o no.
Hablando de estos falsos maestros Pedro dijo, “Atrevidos y arrogantes, no temen decir mal de las potestades superiores, mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Pero éstos, hablan mal de cosas que no entienden” (2 Pedro 2:10-12).
Y Judas continúa, “¡Ay de los que siguieron el camino de Caín! Por ganar dinero se entregaron al error de Balaam y perecieron en la rebelión de Coré” (Judas 11).
El camino de Caín es ofrecer las obras de nuestras manos como pago de nuestros pecados en vez de aceptar el sacrificio de un inocente sustituto (Génesis 4:3-4). La Biblia dice que Caín sabía lo que era correcto, pero rehusó hacerlo (Génesis 4:6-7). Similarmente, hoy algunos predicadores ponen a sus rebaños en mayor atadura que en la que se encontraban antes que fueran salvos, al enseñarles que a pesar de que Jesús murió para que fuésemos salvos, es su opción el ganar el derecho de permanecer así.
El error de Balaam fue el de ofrecer profecías falsas por un precio. Él amaba el premio de la maldad (2 Pedro 2:15). Hoy día podríamos decir, “Él está por el dinero”. Algunos de nuestros más prominentes tele-evangelistas enseñan lo que saben en su corazón que no es cierto, solamente para obtener dinero de sus ingenuos seguidores.
Coré se rebeló en contra del escogido de Dios (Moisés) incitando al pueblo a la desobediencia (Números 16). Debido a él muchas personas rehusaron seguir a la autoridad constituida por Dios. Para la Iglesia hoy día, la autoridad constituida por Dios es Su Palabra. Pero me llegan correos electrónicos casi todos los días de personas que no pueden encontrar una iglesia que cree en la Biblia en el lugar en donde residen. Otros escriben lamentándose del hecho de que la iglesia en la que crecieron, de repente está tomando un giro dramático apartándose de la Biblia y enseñando cosas que los mismos escritores de la Biblia nos han advertido a no hacer.
Hasta el momento las cosas no se ven bien para los falsos maestros, ni en tiempos de Judas ni en nuestros días. Pero Judas está muy lejos de terminar de vociferar en contra de ellos y antes que terminemos Pedro tendrá más que decir al respecto. Asegúrese de sintonizar la próxima semana para el resto de El libro de Judas, entrada a Apocalipsis. 25-05-14