Miércoles 19 de agosto de 2020
Un estudio bíblico por Jack Kelley
Un lector estudioso puede descubrir pinceladas del Mesías en todo el Antiguo Testamento. Muchas de ellas requieren de la percepción que se obtiene del Nuevo Testamento para poder reconocerlas, pero un tiempo razonable de estudio le permitirá a muchos lectores estudiosos poder hacer una presentación persuasiva del Mesías utilizando los pasajes exclusivos del Antiguo Testamento. Esta es la manera como los creyentes mesiánicos convierten a sus hermanos judíos, puesto que los judíos no reconocen la autoridad del Nuevo Testamento como Escritura.
Quizás el pasaje que utilizan con mayor frecuencia es Isaías 52:13—53:12, que en realidad es el último de los llamados Cánticos del Siervo del Mesías. Los otros tres son Isaías 42:1-9; 49:1-7, y 50:4-9. Estos cuatro pasajes presentan el cuadro más completo del Mesías que se puede encontrar en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Pero mi porción favorita de las Escrituras Mesiánicas del Antiguo Testamento, es la Trilogía de los Salmos del Pastor: Salmos 22, 23 y 24. En estos tres salmos podemos encontrar los tres papeles específicos del Mesías, puestos en términos de las responsabilidades del Pastor.
El Buen Pastor (Juan 10:11)
En el Salmo 22 observamos un cuadro del Buen Pastor que da Su vida por Sus ovejas. El Salmo 22 es la descripción más clara, que se puede encontrar en las Escrituras, de lo que se siente al ser crucificado, y es el Salmo que con más frecuencia se cita en el Nuevo Testamento. Escrito por David mil años antes de su cumplimiento, se presenta como la narración en primera persona del dolor y la humillación que forman parte del castigo infligido a una víctima. Es de sorprenderse que comience con las primeras palabras que el Señor pronunció en la cruz y termina con Sus palabras finales. Se debe de leer este salmo en el idioma griego para poder captar hasta el último detalle, porque en el idioma castellano, la última frase en el versículo 31 dice “Él lo hizo”. Pero en el griego es la misma palabra que Juan utilizó al documentar lo último que nuestro Señor pronunció en la cruz, traducido como “consumado es” en Juan 19:30. En ambos casos, la palabra en griego es tetelestai que es un término legal que en tiempos de Jesús se utilizaba para referirse a que algo había sido “totalmente pagado” y que se escribía en una factura cancelada. Cuando un reo era liberado, este término también se escribía sobre la sentencia que tuvo cuando había terminado su condena. El ex convicto llevaba consigo ese documento como una prueba de que él había pagado su deuda con la sociedad en su totalidad, y así no podía volver a ser condenado por la misma causa.
Usado de esta forma, las implicaciones legales de las últimas palabras de nuestro Señor son abrumadoras y se explican en detalle en Colosenses 2:13-15: “Antes, ustedes estaban muertos en sus pecados; aún no se habían despojado de su naturaleza pecaminosa. Pero ahora, Dios les ha dado vida juntamente con él, y les ha perdonado todos sus pecados. Ha anulado el acta de los decretos que había contra nosotros y que nos era adversa; la quitó de en medio y la clavó en la cruz. Desarmó además a los poderes y las potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre ellos en la cruz”. El acta de los decretos por los que Jesús fue condenado fueron los cargos que Dios había presentado en contra nuestra, y que eran nuestros pecados. Con Sus últimas palabras Jesús, efectivamente, declaró “¡pagado en su totalidad!” indicando que todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros fueron totalmente pagados, nuestro récord limpiado, por lo que nunca más podremos ser acusados de ellos. “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10:12-14).
Por cierto, muchas de las traducciones modernas de la Biblia omiten una frase clave en el Salmo 22 al final del versículo 22: “Me has respondido”. Esta es la prueba de que el Padre ha escuchado y respondido a las oraciones de Su Hijo. Si su Biblia no tiene esta frase, agréguela. Se encuentra en la Biblia de las Américas, en la Biblia del Oso de 1569 y en la versión en inglés de la Biblia New King James, y, por supuesto, en la Biblia Interlineal Hebreo Español. Esto también guía al lector de la descripción gráfica más dolorosa de esa forma de ejecución jamás inventada, a una declaración de la fidelidad de Dios y un cántico de alabanza solamente posible si Aquel que era ejecutado también fue resucitado de los muertos. De tal manera que este Salmo comienza con el Señor en la cruz y termina con Su resurrección.
El Gran Pastor (Hebreos 13:20)
El Salmo 23 describe a nuestro Señor en Su papel actual como el Gran Pastor el cual cuida de Su rebaño. Es sin lugar a dudas el Salmo más popular entre los creyentes y es citado aun por aquellas personas que no pueden citar ningún otro pasaje de las Escrituras, si su vida dependiera de ello. Comienza con Su promesa de estar con nosotros siempre y en todos lados que vayamos, y termina con el Rapto de la iglesia, cuando el Señor nos llevará a la casa del Padre para estar con Él para siempre (Juan 14:1-3). El Salmo 23 nos promete estar fuera del alcance del enemigo mientras estemos aquí en la tierra, y que no tendremos motivo para temer aun cuando esté en nuestra cercanía. Es la base para la advertencia que hace Pablo para que nos regocijemos en el Señor siempre, sin cesar, sin tomar en cuenta las circunstancias y por tanto, recibir la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:4-7), así como lo bueno y misericordioso que son las recompensas para quien es fiel, porque “cuando los caminos del hombre son agradables al SEÑOR, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Proverbios 16:7).
El Príncipe de los Pastores (1 Pedro 5:4)
En el Salmo 24, el Príncipe de los Pastores recompensa a Su rebaño. Comienza con el recordatorio de que la tierra y todo lo que contiene es del Señor, y termina con el Mesías en Jerusalén como Rey de toda la tierra (Zacarías 14:9). El Señor creó la tierra, la redimió y Él ha regresado a tomar posesión de la misma. Todas aquellas personas limpias de manos y puras de corazón, pueden ahora subir al Lugar Santo y recibir la justificación y la bendición del Rey de Gloria. La limpieza de manos y la pureza del corazón son rasgos desconocidos de la condición humana (Jeremías 17:9). Nada menos que una re-creación completa nos califica, “de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas… Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:17-21).
Y aquí lo tenemos. En Su primera visita a la tierra, nuestro Señor vino a morir por Su pueblo y a quitar todos nuestros pecados. Su resurrección es una prueba de que Él cumplió Su misión. Durante el tiempo desde su ascensión Él mantiene a Su pueblo espiritualmente seguro a pesar de que pasa por el valle de sombras de muerte, hasta que nos tome para estar con Él para siempre. Después de eso, Él retornará a la tierra como el Rey de Gloria para establecer Su Reino y así justificar y recompensar a Su pueblo por su fe.
¿Quién es el Rey de Gloria? El Señor todopoderoso. Él es el Rey de Gloria. Nuestro Creador, nuestro Salvador y Redentor, nuestro Señor y nuestro Dios. ¡Él es el Rey de gloria! Selah. 02/07/03