El Relato de Apocalipsis. Parte 3

Parte 3. Capítulos 14 al 17

CAPÍTULO 14

El Señor me dio la duración de la gran tribulación de varias formas. Todos los resultados son los mismos si nos damos cuenta que Él está midiendo el tiempo de la manera que lo creó; doce meses de treinta días para un año de 360 días. Así que ya sea que Él diga tres años y medio, o 42 meses, o 1260 días, todo es lo mismo. Con la expulsión de satanás del cielo y la aparición del anticristo como un auto proclamado dios en la tierra, los últimos tres años y medio de la Era del Hombre habrán comenzado. Esta es la Gran Tribulación.

Yo había estado tratando de absorber la visión de la mujer, el dragón rojo y las dos bestias, cuando mi atención fue llevada de vuelta al cielo. Allí pude ver otro grupo de 144.000 personas, pero diferente a los 12.000 judíos de cada una de las 12 tribus de Israel que describí anteriormente. Ese grupo estaba formado por creyentes judíos comisionados a llevar el Evangelio a toda la tierra. Pero estos otros estaban de pie ante el Trono de Dios en el cielo, habiendo sido redimidos de la tierra. Puesto que se les describe como puros y sin mancha, comprados de entre los hombres y ofrecidos como primicias a Dios, y que siguen al Cordero por dondequiera que va, solamente pueden ser la iglesia que ha sido raptada, la cual está observando los eventos de la gran tribulación desde una posición privilegiada en el cielo. Ningún grupo de humanos puede ser descrito de esa manera a menos que el Señor los haya perfeccionado primero, como sucede en el caso del Rapto.

A propósito, cuando dije que no se habían contaminado con mujeres, no significa que las mujeres sean algo malo en sí. Pero la mayoría de los pensamientos malos del hombre natural involucran pecar con mujeres, y en mi día, las religiones falsas utilizaban los actos sexuales ilícitos con mujeres en sus ritos de adoración. Como un ejemplo, el gran templo de Afrodita en Corinto era la casa de casi mil sacerdotisas quienes mantenían las necesidades financieras del templo, atrayendo a los marineros y otros visitantes que llegaban a Corinto de todo el Medio Oriente, para cobrarles por el acto sexual que tenían con ellos. El sexo estaba mezclado con la religión pagana, como lo está con la política ahora.

Cuando miré a mí alrededor pude ver a tres ángeles volar entre el Cielo y la Tierra anunciando varios mensajes. Uno de ellos anunciaba el evangelio eterno a todas las naciones en todos los idiomas, alertándolos sobre los juicios que aun quedaban por venir. Otro anunciaba la noticia de la caída venidera de Babilonia, la gran ciudad que había sido la personificación de todo lo que se opone a Dios en la tierra. Y el tercer ángel le estaba advirtiendo a la gente de la tierra que adoraba al anticristo y que recibía su marca, que esa decisión era irreversible y que se condenarían en el tormento eterno. Como ya les dije, la postura intermedia estaba desapareciendo. Adore al Señor y enfréntese a la pena de muerte en la tierra, o adore a satanás y enfréntese al castigo eterno en el infierno. Hable sobre la necesidad de tener fe.

Entonces el Señor me mostró otra visión. En esta visión, una cosecha de uvas de toda la tierra fue llevada a Israel para ser pisada en el lagar de la ira de Dios, produciendo un gran río de sangre. Este tenía una profundidad de 1,30 metros y una longitud de 385 kilómetros, que sería la distancia entre el Monte Meguido, en la parte central de Israel, y el Mar Muerto en el sur. Esta era una visión de la pronta Batalla de Armagedón, que es el esfuerzo final de la guerra de satanás para controlar la tierra. (Puesto que la palabra hebrea para monte es Har, durante siglos lo que era Har Meguido en hebreo se convirtió en Armagedón en español.)

CAPÍTULO 15

De vuelta en el cielo, siete ángeles aparecieron con las siete copas de oro de la Ira de Dios. Esta es Su última serie de juicios. Cuando estos terminen, Sus enemigos habrán sido derrotados y Su victoria es completa. Justo entonces, otro gran grupo de mártires llegaron de la Tierra y estaban de pie ante Su trono. Estos eran algunos de los últimos creyentes que habían quedado y que habían sido ejecutados por rehusar ponerse la marca. Ahora estaban de pie en el cielo entonando alabanzas a Dios; su fe había sido justificada. Me recordé de ese versículo en Isaías sobre los justos que mueren para ser librados del mal (Isaías 57:1).

Las puertas del Templo Celestial fueron abiertas y se les dieron a los siete ángeles siete copas de oro. Cuando salieron del Tempo, sus puertas fueron cerradas para que nadie pudiese entrar en él lo que significa que nada puede ahora interferir con la ejecución de estos siete juicios finales. Dios no tiene ningún agrado en juzgar aun a Sus enemigos por eso permanece dentro del Templo para sufrir a solas Su angustia.

CAPÍTULO 16

Cuando la primera copa se derrama sobre la tierra se producen úlceras feas y dolorosas sobre todas las personas que habían aceptado la marca y habían adorado al anticristo. Su tormento había comenzado. La segunda copa convirtió el agua de los mares en sangre y todo ser viviente que había quedado en ellos muere. La tercera copa contaminó todo el suministro de agua potable de la tierra, convirtiéndola también en sangre. Al hacer esto, Dios estaba vengando la sangre de Sus mártires que habían muerto en toda la Era del Hombre, desde los profetas de antaño hasta los recién llegados al Cielo, dándoles a Sus enemigos sangre para beber.

El juicio de la cuarta copa hace que el calor del sol aumente al punto de que las personas realmente se quemaban—se incendiaban—al quedar expuestas a sus rayos. De manera increíble maldicen el Nombre de Dios estando tan confundidos por la doctrina luciferina, que en verdad creen que Él es su enemigo.

Con la quinta copa, todo se vuelve tinieblas. La luz del sol y de la luna no puede iluminar, la electricidad no funciona y aun los incendios no dan ninguna luz. Esto asustó tanto a las personas que a duras penas podían mantenerse en pie, pero aun así, seguían maldiciendo a Dios rehusando Su oferta de paz.

Con la sexta copa el Río Eufrates se seca, eliminando de una vez por todo la barrera natural entre el este y el oeste, la cual había comenzado a caer con la sexta trompeta. Los ejércitos de las naciones orientales vieron su oportunidad para cruzar y unirse a la batalla por el control del Planeta Tierra. Espíritus demoníacos de la profana tríada de satanás, el anticristo y el falso profeta van por todo el mundo realizando señales milagrosas y atrayendo a los líderes de todos los ejércitos del mundo para que vengan y se unan en la batalla. Antes de que terminen su tarea, cerca de 400 millones de soldados llegarán al Medio Oriente, armados hasta los dientes y ansiosos de pelear. Esta en realidad será la “madre de todas las batallas”. Yo estoy consciente de que mi visión de un río de sangre de 385 kilómetros de largo no fue una exageración.

Cuando el séptimo ángel derrama su copa, escuché la voz de Dios que decía, “¡Hecho está!” Los truenos, los rayos y el terremoto más grande en toda la historia me indicaron que los juicios se estaban llevando a cabo con toda su fuerza.

Pero esta vez algo único fue agregado. El castigo en el Antiguo Testamento por la blasfemia era la muerte por lapidación. Los moradores de la tierra habían maldecido y blasfemado el nombre de Dios sin parar, y ahora estaban recibiendo el castigo por sus crímenes. Grandes trozos de granizo, pesando hasta 45 kilos cada uno, cayeron sobre la tierra, esparciendo a las personas como hormigas buscando refugio, mientras seguían maldiciendo el nombre de Dios.

CAPÍTULO 17

Mientras todo esto estaba sucediendo, uno de los siete ángeles se me acercó para explicarme porqué estos juicios eran necesarios. En una visión él me enseñó una mujer sentada sobre una bestia escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, que cabalgaban sobre muchas aguas. Esta mujer (él la llamó Babilonia un misterio) representa las religiones falsas que habían engañado y perseguido al pueblo de Dios, y la bestia representaba a satanás. El ángel quería que yo entendiera que satanás siempre ha utilizado la religión falsa para alejar a las personas de Dios. No son muchos los que han sido directamente seducidos hacia la adoración satánica, por eso es que él ha utilizado la adoración a algo más que a Dios, especialmente hacia aquellas cosas que parecen buenas y placenteras, para engañar a la humanidad y guiarlos inconscientemente, hacia su destrucción. Él también ha utilizado a los seguidores de todas estas religiones falsas para perseguir a los creyentes que rehúsan unírsele, o a quienes insisten en propagar el Verdadero Evangelio.

Las siete cabezas representan a siete potencias mundiales que han retado la autoridad de Dios sobre Su creación a través de toda la era del hombre. Todas estas potencias mundiales fueron construidas por satanás para glorificar sus religiones falsas y alienar a las personas de su Creador. Al momento en que yo escribía esto, ya cinco de ellas habían pasado; Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. La potencia mundial en el poder en ese momento era Roma, y la que vendría al final sería el Imperio Romano Restablecido, con elementos de Babilonia, Persia y Grecia mezclados entre sí, para hacer las cosas distintas. El anticristo va a salir de este último grupo.

Los diez cuernos son diez líderes que el anticristo nombrará para ayudarlo a administrar su poder al final de la era. Estos serán leales al anticristo, apoyando sus esfuerzos para sobreponerse al Señor. Pero es el Señor el que prevalecerá y cuando venga para derrotarlos, traerá de vuelta desde el cielo a Su iglesia con Él.

Las muchas aguas representan a todas las personas del mundo que han sido engañadas por las falsas religiones de satanás. Cuando el anticristo tome el poder, abolirá todas estas religiones falsas puesto que solamente fueron el medio para alcanzar un fin y proclamarse a sí mismo como dios. En vista de la exitosa promoción de la doctrina luciferina, y puesto que casi la mayoría del remanente de los creyentes habrá sido martirizado por su fe, el resto de las personas aceptarán esto y a sabiendas se convertirán en adoradores de satanás (lo cual ha sido su meta desde el puro principio). Dios va a permitir que esto suceda para perforar el velo de la decepción que ha sido tejido por la religión falsa, y permitir que las personas en realidad vean a quién han estado en verdad adorando todo este tiempo.

Debido a la paciencia de Dios, que quiere que nadie se pierda sino que todos lleguen al arrepentimiento, Él se ha contenido de actuar a través de todas las épocas. Durante este tiempo Sus enemigos, al haber equivocado la benevolencia con la debilidad, han propasado los límites y por eso Su juicio, cuando llegue, tiene que ser proporcional al crimen. Miles de millones han sido engañados y se han perdido, y los responsables deben de pagar las consecuencias. Por eso es que esta ronda final de juicios tiene que ser tan severa.