Lunes 30 de enero de 2023
P: He estado pensando mucho con respecto a la Gracia, la Ley de Moisés, las fiestas y otras cosas que el movimiento mesiánico creen que deben aplicarse al cristianismo y quería conocer su opinión sobre lo que pienso.
Los pasajes centrales que estoy viendo se encuentran en Hechos 15. Pablo ha regresado de su viaje a los gentiles y surgió un asunto específicamente con respecto a la circuncisión. Pedro, Pablo, Jacobo y los apóstoles que todavía vivían en Jerusalén, celebraron un concilio y del mismo salieron cuatro requisitos para los gentiles creyentes. No debían practicar la inmoralidad sexual, no debían comer carne ofrecida a los ídolos ni de un animal que se había ahogado, ni debían comer o beber sangre. Nada se dijo acerca de las personas gentiles que debían observar algunas de las festividades judías, las cuales caen bajo el pacto mosaico, como de ninguna otra ley mosaica. Más aún, la circuncisión no era requerida para los creyentes gentiles puesto que formaba parte del pacto abrahámico.
Mis pensamientos son los siguientes: A Pedro Jesús le dio la autoridad para atar y desatar en la tierra y en el cielo. Dios no cambia pero le dio a Pedro la autoridad para hacer esos cambios, no en el propio pacto, sino en la forma cómo iba a ser implementado. Observe que los cambios en Hechos 15 se aplican solamente a las personas creyentes gentiles, no a las creyentes judías. Yo creo que las personas creyentes gentiles fueron exentas de las festividades y las leyes ceremoniales por Pedro.
¿Entonces, en dónde deja eso a las personas creyentes judías en Cristo? Las mismas están cubiertas por Cristo, por supuesto, y algunas de las festividades y celebraciones rituales tuvieron que cambiar un poco, pero yo creo que Dios todavía requiere que ellos estén sujetos a las mismas. Esta es una situación de un estándar elevado. Dios eligió al pueblo hebreo para Sí mismo y Él siempre los ha considerado en un nivel más alto de comportamiento ante toda la humanidad. Al igual que las personas creyentes gentiles que no están sujetas a la ley mosaica, sino a llevar una vida verdaderamente vivida en Cristo, eso nos causaría obedecer voluntariamente esas leyes más como un efecto colateral que como un requisito. Hacia esa dirección va mi pensamiento de todas formas. ¿Podría usted comentar sobre esto?
R: Como yo leo Hechos 15, Jacobo aparentemente fue el que solucionó el asunto con las personas gentiles creyentes, no Pedro. Y fue Jacobo quien luego de escuchar a los demás emitió el juicio acerca de qué se requería o no, de las personas creyentes gentiles.
“Mi consejo es que no inquieten a los gentiles para que se conviertan a Dios, sino que los instruyan para que se aparten de la idolatría, del libertinaje sexual, del comer carne de animales ahogados, y de comer sangre” (Hechos 15:19-20)
Pablo, quien estaba presente cuando Jacobo anunció su decisión, contestó la pregunta que usted ha hecho acerca de las personas creyentes judías en Gálatas 3:26-28:
“Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque todos ustedes, los que han sido bautizados en Cristo, están revestidos de Cristo. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús.”
Ya sea que previamente haya sido judía o gentil, una vez que una persona acepta al Señor como su Salvador, se unen a una nueva raza de seres humanos, llamada la Iglesia. Entonces, ya no son vistas por Dios según su origen, sino de acuerdo a su fe (2 Corintios 5:17). Todas las personas en la iglesia son consideradas bajo el mismo estándar, ya que creen “en aquel que Él ha enviado” (Juan 6:29).