Miércoles 2 de noviembre de 2022
P: ¿Podría comentar sobre 1 Pedro 3:19?, porque eso es nuevo para mí. ¿Puede ayudarme a entender lo que Pedro estaba hablando?
R: Pongamos el versículo 19 en el contexto de aquellos que lo rodean. 1 Pedro 3:18-20 dice:
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. En el cuerpo, sufrió la muerte; pero en el espíritu fue vivificado; en el espíritu también, fue y predicó a los espíritus encarcelados, a los que en otro tiempo desobedecieron, en los días de Noé, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se preparaba el arca, en la que unas cuantas personas, ocho en total, fueron salvadas por medio del agua.
Hay dos interpretaciones principales de este pasaje. Una dice que eso significa que después de que Jesús murió, fue en el Espíritu a predicarles a los espíritus de aquellos que desobedecieron a Dios durante el tiempo en que Noé estaba construyendo el arca y están en prisión por su desobediencia.
Dado que la palabra griega traducida prisión en el versículo 19 en realidad significa observar o custodiar, algunas personas afirman que el versículo se refiere a un grupo de ángeles llamados “los vigilantes” en escritos extrabíblicos. Según estas fuentes, a los vigilantes se les asignó la tarea de observar el comportamiento de los primeros humanos e informar lo que observaron. Dicen que los ángeles rebeldes que tomaron forma humana y tuvieron descendencia con mujeres humanas vinieron de este grupo. Estos descendientes fueron llamados Nefilin (Génesis 6:4) y fueron una de las principales causas del diluvio en tiempos de Noé. Si esta interpretación es correcta, entonces son los mismos espíritus encarcelados que se mencionan nuevamente en 2 Pedro 2:4. Judas también habló de ellos en el versículo 6 de su carta.
La otra opinión sostiene que el versículo se tradujo torpemente y Pedro quiso decir que Jesús también fue hecho vivo por el Espíritu durante el tiempo de Noé y predicó a los humanos desobedientes en la Tierra mientras Noé estaba construyendo el Arca. Estos humanos no lograron subirse al arca y sus cuerpos perecieron en el diluvio. Sus espíritus ahora están eternamente encarcelados entre los perdidos.
Como Jesús es el eterno Hijo de Dios que solo se hizo un ser humano por un período de tiempo para redimir a la humanidad, ambas interpretaciones podrían ser teóricamente correctas.